
El cambio climático y la crisis energética mundial representan una amenaza para la vida y los medios de sustento de miles de millones de personas en todo el mundo. El 97% de los y las científicas especializados en el clima coinciden en que las actividades humanas producen gases de efecto invernadero que están calentando el planeta. Las principales fuentes de gases de efecto invernadero son la quema de combustibles fósiles para la generación de energía, la industria y el transporte, la agricultura industrial y la deforestación.
Este calentamiento está teniendo un efecto devastador en nuestro planeta, provocando olas de calor, inundaciones, sequías, marejadas ciclónicas, elevación del nivel del mar y tormentas más intensas. Los resultados son pérdidas de cultivos, incendios forestales, pérdidas de vidas, hogares y medios de sustento- que golpean con más intensidad a las poblaciones y personas más pobres y vulnerables.
La Argentina es el 3er mayor emisor de gases de efecto invernadero de América Latina y se encuentra entre los 30 mayores emisores del mundo. Los desmontes en la región chaqueña, la agricultura basada en monocultivos, la producción de hidrocarburos y los sistemas de transporte automotor, explican la situación.
Estas crisis son generadas por los modelos económicos y de desarrollo insustentables, que se sustentan en los combustibles fósiles y otras fuentes de energía destructivas, así como en la concentración del poder sobre los bienes y servicios energéticos en manos de una minoría de ricos.
Los barrios populares y las zonas rurales empobrecidas suelen ser las zonas más perjudicadas por las inundaciones. Las sequías afectan a comunidades campesinas e indígenas. Las obras de mitigación y adaptación se priorizan para zonas residenciales de alto poder adquisitivo y a zonas de producción de agronegocios. Inclusive se proponen falsas soluciones para cumplir con los compromisos asumidos en el acuerdo de París, como el plan forestar 2030 que pretende aumentar en 2 millones de hectáreas más los monocultivos de especies exóticas para apuntalar el negocio forestal.
Hay soluciones reales para la crisis climática, pero debemos actuar ya. El cambio debe suceder de manera equitativa y justa, siguiendo un enfoque de distribución justa en materia climática.
Amigos de la Tierra Argentina trabaja en el apoyo y fomento de la resiliencia de las comunidades para enfrentarse a los desafíos que implica la adaptación al cambio climático, a la vez que denuncia y rechaza el avance del fracking y los desmontes.
La escasez de agua para la vida en la Cuenca del Salar del Pipanaco, Catamarca es preocupante. En este territorio se debaten las políticas públicas de agua entre los pueblos y las corporaciones.