Como Federación comprometida con la lucha por la justicia y la paz en todo el mundo, Amigos de la Tierra Internacional (ATI) condena enérgicamente la invasión de Ucrania por las fuerzas armadas rusas. A medida que las tropas rusas avanzan sobre Ucrania, nuestros grupos miembro en todo el mundo están horrorizados por el impacto creciente en la población civil y el medioambiente.

La guerra es lo peor que le puede pasar a los pueblos y a la naturaleza. ATI hace un llamado a la desmilitarización y el desarme de ambos bandos del conflicto, así como a nivel mundial. La amenaza de las armas nucleares se cierne sobre este conflicto, y no nos liberaremos nunca de esta terrible amenaza hasta que se concrete el urgente desmantelamiento y la eliminación de las armas y usinas nucleares en cada uno de los países que las poseen.

En todo el mundo, las guerras y los conflictos son alimentados por la dependencia de los combustibles fósiles y otros recursos no renovables y a menudo son provocados por la competencia por su control. Evitar el cambio climático catastrófico y garantizar que un mundo más estable sea posible nos exige liberarnos urgentemente de esa dependencia y garantizar una transición justa feminista en pos de un cambio  de sistema que promueva un modelo de energías renovables centrado en los pueblos.

La visión de ATI es de un mundo pacífico y sustentable basado en sociedades que viven en armonía con la naturaleza. Manifestamos nuestra solidaridad con todas y todos aquellos que sufren y se oponen a esta guerra injusta. Exigimos un cese al fuego inmediato y el retiro de las tropas invasoras rusas.

Toda la gente que sufre los impactos de la invasión rusa de Ucrania debe ser protegida. ATI hace un llamado al incremento de la ayuda humanitaria y de socorro para la gente en Ucrania. Los derechos humanos y el derecho internacional humanitario deben ser respetados. La población civil, y especialmente las y los desplazados internos y refugiados deben ser protegidos. ATI recibe con beneplácito la apertura de fronteras para brindar medios de evacuación, refugios, ayuda de emergencia, asistencia médica y asilo a las personas que huyen de la guerra en Ucrania, independientemente de su nacionalidad, género, etnia y color o religión. Hacemos un llamado a que este enfoque de “fronteras abiertas” se aplique de forma no selectiva, para todas las personas que huyen de esta y otras guerras y conflictos armados en cualquier lugar del mundo. También hay que brindar apoyo y refugio a las personas que huyen como objetoras de conciencia para evitar ser reclutadas por el ejército, así como a quienes son perseguidas y perseguidos en Rusia por protestar contra la guerra.

Es fundamental que el mundo tenga una imagen clara de lo que está ocurriendo en Ucrania. Hacemos un llamado al apoyo a la tarea informativa de los medios de comunicación independientes, y nos oponemos a la guerra informativa y la propaganda que hasta ahora han sido generalizadas en torno a este conflicto.

Finalmente, es importante recordar que este ataque no lo decidió ni es responsabilidad del pueblo ruso, sino de los líderes de Rusia. Hacemos un llamado a las comunicaciones pacíficas y respetuosas, y condenamos los discursos de odio dirigidos contra naciones enteras.

Esta guerra se resolverá cuando los gobernantes  se reúnan a dialogar y negociar. Exhortamos a todos los involucrados a evitar más muertes y sufrimiento, así como una mayor devastación de la naturaleza y los recursos. Se debe iniciar inmediatamente un proceso de paz que apueste a la construcción de una solución política para este conflicto geopolítico.

 

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