A pesar de contar con vastas reservas de agua como el Acuífero Guaraní, los glaciares y los campos de hielo patagónicos, Argentina enfrenta una fuerte presión sobre este bien debido a un modelo productivo exportador basado en la soja, la minería, el fracking y los monocultivos forestales. Estas actividades no solo consumen y contaminan grandes volúmenes de agua, sino que también la «exportan» de forma virtual en los barcos de cereales, generando así graves tensiones sobre su uso. En Argentina no sobra el agua, y como tantas otras cosas, se reparte mal. Además está sobreexplotada, contaminada y acaparada. Las luchas por el agua son defensa del derecho al acceso a un agua segura en calidad y cantidad.

Vecinas se manifiestan a favor del agua y contra la empresa Mekorot
Demostración pública de las vecinas de Alte. Brown en la puerta de AYSA. Foto: Tierra Nativa

Según el informe de coyuntura sobre el Acceso e igualdad al Agua y al Saneamiento del Ministerio de Obras Públicas presentado en marzo de 2021, nueve millones de argentinos y argentinas (el 20 por ciento de la población) no acceden al agua —potable o segura—, en las zonas urbanas esto comprende a una de cada diez personas. En los barrios populares esas brechas se amplifican significativamente y en zonas rurales afecta al 37 por ciento de los habitantes.

La metrópoli de Buenos Aires abarca un territorio aproximado de 8000 kilómetros cuadrados y está habitada por más de 14 millones de personas. Es uno de los conglomerados urbanos más grandes de Sudamérica y el mundo. El servicio de agua potable para la zona comenzó con la empresa estatal Obras Sanitarias de la Nación en 1912, que fue privatizada en 1993 bajo el consorcio Aguas Argentinas, controlado por la empresa francesa Suez. Esta gestión privada generó graves consecuencias: desinversión que provocó problemas sanitarios, aumentos tarifarios exorbitantes (hasta un 475%) y exclusión de los barrios más pobres. Ante este escenario, el Estado reestatizó el servicio en 2006, creando AySA, que logró ampliar significativamente la cobertura de agua y cloacas.

Recientemente, los Decretos de Necesidad y Urgencia 493/2025 de Milei eliminaron el reconocimiento del agua como derecho humano, redujeron los controles de calidad y dispusieron la venta del 90% de las acciones de AySA, iniciando un nuevo ciclo de privatización.

Además, en medio de una crisis enorme, el gobierno aplica un ajuste brutal:

– Tarifas aumentadas en más de 200 % en 2024 y ajustes mensuales que ya superan el 360 % desde diciembre de 2023.

– Despido del 20 % de la planta de trabajadores: de 7.799 a 6.222 empleos.

– Cierre de sedes de atención presencial, impidiendo a miles de personas el acceso a trámites básicos.

– Suspensión de la mayor parte de planes de expansión pese a contar con financiamiento internacional aprobado.

Se suma a todo este panorama, la preocupación y el rechazo por el convenio firmado por el país con la empresa israelí Mekorot, denunciada mundialmente por impedir el acceso al agua a la población palestina. Mekorot no sólo firmó un convenio con Aysa en 2024, sino con 12 gobiernos provinciales a través del CFI (Consejo Federal de Inversiones).

Denunciada a nivel internacional, actuando en Argentina

Mekorot, la empresa nacional de agua de Israel, desempeña un papel fundamental en la apropiación continua del agua de las comunidades palestinas, y esto agrava la ya limitada falta de acceso al agua. Las instituciones paraestatales de Israel han explotado activamente los recursos hídricos del territorio palestino ocupado, apropiándose del agua de las comunidades palestinas y vendiéndosela a precios cada vez más elevados, lo que agrava su dependencia de Israel para acceder a un recurso básico y esencial y aumenta el riesgo de deshidratación y hambre en la franja de Gaza.

La empresa se expande  en distintos países de América Latina con un éxito relativo, operando con falta de claridad. Son conocidos los casos de Brasil, República Dominicana y México, entre otros. También en áfrica, se acercó a países como Sudáfrica, con una oferta de asesoramiento a cambio de dinero público.

En Argentina, se encienden las alarmas en 2011 luego del primer intento de la empresa de instalar una planta desalinizadora en Bahía Blanca, donde se desestimó el acuerdo por el rechazo público generado. Nuevamente en 2022 el gobierno argentino se acerca nuevamente a la empresa con el CFI como intermediario y desde ese entonces firma convenios provinciales, a los cuales es muy difícil acceder de manera pública.

Existe una iniciativa de junta de firmas liderada por la Campaña Fuera Mekorot de Argentina, que reclama la rescisión de los contratos con Mekorot y la ruptura de relaciones con Israel, como han requerido varias resoluciones ante las Naciones Unidas.

Actividades de estampado popular públicas en el Municipio de Lomas de Zamora.

Las luchas en defensa del agua pública, sana y para todes

Conocemos cuál puede ser el futuro de otra re-privatización del servicio de agua y saneamiento, por eso las organizaciones en defensa del agua nos organizamos para exigir:

*Una gestión pública del agua

*Continuación de planes de expansión de servicios de agua y cloacas en barrios populares

*Reapertura de las sedes de atención al público

*Rechazo a  la eventual participación directa e indirecta por medio de convenios de asesoramiento con la empresa estatal israelí Mekorot, co-responsable de Genocidio, por privar del suministro de agua a la población palestina en la franja de Gaza. 

Los pasados días 20 de septiembre y 18 de octubre, nos movilizamos en el área de influencia de AYSA, desplegándose en el espacio público para denunciar el rol de Mekorot en el avance privatizador del agua en Argentina, denunciar su responsabilidad en el apartheid hídrico en Palestina y exigir la cancelación de sus contratos provinciales.

Mediante manifestaciones en la Capital Federal y los Municipios metropolitanos de Alte. Brown, Moreno, Vicente López, Lomas de Zamora, Lanús, Quilmes, Tigre y San Isidro. Llevamos nuestro reclamo a las puertas de la empresa, realizando intervenciones urbanas y dialogando con los vecinos/as que no estaban en tanto de la situación de su empresa de aguas.

La movilización popular continuará para garantizar el derecho humano al agua y defender nuestra soberanía. Somos agua en movimiento y defendemos la vida: te convocamos a sumarte a las acciones, ¡nos vemos en la calle!

 

Nota realizada a partir del webinario “hay algo en el agua”, realizado por PENGON / Amigos de la Tierra Palestina el 26 de septiembre de 2025. 

                                           

Agradecemos la colaboración de HET ACTIE FONDS en la elaboración de materiales de campaña para la movilización. Los materiales son de uso público y se encuentran disponibles aquí:  FUERA MEKOROT – SOMOS AGUA

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